Muchos de los jóvenes, niñas y niños se sienten orgullosos de sus llamas y cuentan a los pobladores vecinos que sus llamas son el resultado de mucho trabajo y sacrificio. La experiencia ha sido muy positiva.

Girma, ejemplo de “persona bisagra” en Sendera

Etiopía

Feb 17, 2023

Hace un tiempo, publicamos un artículo de Mònica Redolad, presidenta de Sendera, sobre las “personas bisagra” y por qué reciben este nombre, que hace referencia a su capacidad para conectar los proyectos de Sendera con las comunidades en las que trabajamos.

Las personas bisagra son lo que también conocemos como personal local, y esta es la clave de su papel porque conocen y entienden el contexto mucho mejor que nadie. Además, son personas con una gran vocación por ayudar en su entorno, por facilitar el que otros hombres y mujeres puedan tener una vida mejor.

Sin duda, una de las personas bisagra clave en nuestro trabajo en Meki, Etiopía, es Girma Takele. Entre las muchas charlas formales e informales que tiene en su día a día con participantes en los proyectos, representantes del gobierno local, etc., hemos conseguido sentarnos con él para charlar sobre su trabajo.

Como coordinador de programas del Centro Kidist Mariam, eje del trabajo de Sendera en Meki (Etiopía), Girma nos cuenta que se encarga de “diseñar y concretar los proyectos que se llevan a cabo en la zona, medir cada paso a dar y los recursos necesarios”. Para ello, trabaja mano a mano con María José Morales, responsable de proyectos de Sendera en Etiopía. Y junto a María José y Girma están muchas otras trabajadoras y trabajadores, la mayoría jóvenes, que hacen que los proyectos se puedan implementar y seguir de cerca.

De hecho, cuando le preguntamos a Girma por cuál es la mejor parte de su trabajo nos cuenta que es, sin duda, el trabajo en equipo: “Para mí lo más gratificante es el espíritu de equipo que hemos conseguido. Todos nuestros trabajadores comparten esta necesidad de escucharse y entenderse para que el trabajo del conjunto sea cada día mejor. El trabajo de equipo se da entre los empleados y empleadas del centro, pero también con los miembros de la comunidad en la que vivimos y en la que impulsamos proyectos”.

¿Y qué se hace exactamente en el Centro Kidist Mariam? “En nuestro Centro, el principal objetivo es la promoción de las mujeres, tanto rurales como urbanas, que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Se trata de facilitar su empoderamiento a través de distintas acciones. En la ciudad de Meki, una de estas acciones consiste en el desarrollo de cursos de formación profesional en temáticas como la cocina, la costura y la peluquería. Y, en la zona rural, tenemos distintos tipos de proyectos como los de cría de cabras lecheras, desarrollo de la agricultura, entrega de carros de burros, formación de grupos de ahorro, etc.”, nos explica Girma.  

Él lleva trabajando junto a Sendera desde el 2016, cuando abrió sus puertas el Centro Kidist Mariam.

Cuando le preguntamos sobre los principales cambios positivos que ha notado en estos 7 años, destaca la satisfacción de “ver cómo ha ido aumentando el número de personas con las que trabajamos, y no solo en Meki, sino también en los kebeles (barrios) que rodean a esta ciudad, de unas 57.000 personas. Ahora mismo llegamos a 13 kebeles rurales y 3 en la ciudad”. Y añade que “en estas zonas hay muy pocas oportunidades de formación y laborales, viven los más ‘pobres entre los pobres’, por eso es tan importante poder ofrecer oportunidades de formación a través del Centro y recursos que contribuyan a la generación de ingresos, sobre todo para las mujeres”.

“Cuando las mujeres se forman pueden tener una profesión y un trabajo, ganan en independencia económica y confianza en sí mismas. El Centro Kidist Mariam es una oportunidad de empleo también para muchos estudiantes, que realizan sus prácticas y luego acaban trabajando aquí”. El equipo ha ido aumentando en los últimos años y ya cuenta con unos 85 empleados, de los cuales más de 20 se formaron en el propio Centro.

Otros miembros del personal, como Konjo y Haymanot, a quienes os presentamos en la Revista 2022, estudiaron en la universidad fuera de Meki, pero tener un trabajo cerca de los suyos les ha permitido volver, mientras que otras jóvenes se ven en la necesidad de migrar hacia ciudades más grandes y con más oportunidades laborales.

Por eso, Girma destaca que una de las aportaciones del propio centro, más allá de las formaciones que en él se imparten, es que “contribuye a fomentar el desarrollo económico en la zona con la contratación de personal local”.

No obstante, este proceso no está libre de algún que otro desafío. Cuando le preguntamos por cuál es la parte más difícil a la hora de implementar un proyecto nos explica que “el reto principal tiene que ver con la gestión de las expectativas. Es fácil que estas sean muy grandes cuando la comunidad identifica que la acción viene de fuera de su entorno. Por eso es vital fomentar el sentido de pertenencia y la implicación real de quienes forman parte de los proyectos, que sean partícipes de los avances, pero también de los retos”.

Las iniciativas que hemos puesto en marcha en Meki son ya muchas, pero Girma tiene muy claro cuál es la que más le mueve a nivel personal “Sin duda, el proyecto con el que más conecto es el de creación de huertos porque implica trabajar con la tierra, que te puede dar muchas cosas a lo largo de tiempo. En ella puedes tener ganado, puedes plantar árboles, puedes cultivar durante mucho tiempo si la cuidas…. Cuando entregamos un burro, por ejemplo, sabemos que al tiempo va morir, pero la tierra no.  Si trabajas con la tierra puedes mejorarla, cambiarla de un uso a otro, etc. Por eso me gusta tanto.”

Desde Sendera, tratamos de aprovechar al máximo los recursos locales en todos los países en los que trabajamos, fomentar la participación local y trabajar con la vista puesta en el largo plazo porque esto es lo que permite que los resultados alcanzados sean sostenibles en el tiempo.

Y esto es posible, a su vez, gracias a la colaboración regular de más de 800 socios/as y donantes que nos acompañan cada año. Si a ti también te apetece empezara formar parte de Sendera, tal vez con un donativo o incluso haciéndo tesocio/a, haz clic aquí; y si te surge cualquier duda o te apetece saber más sobre nuestra labor, llámanos al 915 776 897.

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